PAYASOS LADRONES
Suelo caminar desde la calle 72 con carrera 7 hasta la 63 con 11 lo que muchos conocemos en Bogotá como Quinta Camacho o flores para tomar la conocida ruta de transporte urbano "buseta" SE10 que antes salia de Bosa hacia Engativa y viceversa. casi siempre llego a este punto de la ciudad a eso de las 2.30 de la tarde y tomo el bus desde el paradero en donde por lo general se llena, siempre por la puerta trasera suben buenas personas intentando ganar el pan de cada día en esta ciudad que en ocasiones ofrece escasas oportunidades de superación y vinculación laboral, algunos son raperos "... Al que las maltrata se les da como a rata...", otros son cuenteros "... Depronto el perro tenia su ocico lleno de sangre...", uno que otro ex carcelario "... Salí ayer de la cárcel y soy de Pereira y estoy rebuscando lo del pasaje..." y también algunos que necesitan ayuda medica con urgencia "... El conducto cerro la puerta y me enredo el anillo y se arranco el dedo, que esta en el hospital de ..." y el paisa que vende maní "... Puede tomar la degustacion sin ningún compromiso amigo..." entre otros.
Pero este día traía algo de tragedia para todos los que nos desplazábamos en este bus, a la altura del CAI de Teusaquillo se suben dos personajes un hombre y una mujer los cuales no puedo describir ya que tenían indumentaria de payasos y sus caras totalmente maquilladas al igual que su cabello cubierto por inmensas pelucas, se subieron como todos los que honradamente se suben a trabajar a un bus de transporte urbano, "señor conductor me regala un permisito" y el conductor un hombre de buena fe les dice que si y abre la puerta de atrás.
Empiezan su rutina normal de chistes flojos pero algo graciosos, cuando la están terminando, la mujer indica que pasara ofreciendo por cada puesto unos caramelos en los acostumbrados precios del transporte urbano "Uno en doscientos, dos en trescientos o para su mayor economía 3 por quinientos", yo no recibo NUNCA ningún tipo de elemento en un la calle ni en el bus y menos de los vendedores siempre desconfió "Malicia indígena que llaman", resulta que mientras ella de la parte posterior del bus hacia adelante empezaba a entregar los caramelos yo estaba ubicado en la parte delantera del bus al llegar mi lugar no recibí los "caramelos" pero insistió de igual forma no los recibí, en menos de un minuto me empece a sentir mareada y con la visión borrosa cuando puedo divisar hacia atrás lo poco que puedo ver es a el hombre despojar sin ninguna clase de fuerza y/o sometimiento los artículos de valor de los pasajeros del bus al darme cuenta de esto intento avisar a la persona que se encuentra a mi lado pero esta ya estaba totalmente escopolaminada pues ella si recibió los "caramelos" entonces grito es un robo y la gente algo aturdida intenta reaccionar pero ya es muy tarde, los payasos ya estaban bajando del bus con mas de 3 millones de pesos en Celulares, Computadores, dinero y una que otra joya.
Conclusión: Sabemos en que ciudad estamos y aun mas que eso en que país estamos en donde siempre habrá quien haga que una profesión u oficio sea juzgado o depreciado, es cierto que muchos de los que trabajan en los buses lo hacen por estricta necesidad y escasas oportunidades laborales, como hay otros que lo hacen porque es mas rentable que una jornada laboral y ningún jefe los jode, y existen otros como este par de payasos que abusan de la buena fe de las personas y terminan creando mas inseguridad en esta ciudad que de por si siempre es insegura y sesgando mas al individualismo y al egoísmo para no colaborar a nadie en nada.
Por: Carolina Amortegui
Por: Carolina Amortegui